El folclor afroperuano es una manifestación vibrante y auténtica que engloba tradiciones, costumbres, historia, música y danzas. Este legado ha enriquecido significativamente la identidad pluricultural de Perú, siendo un testimonio vivo de la mezcla y resistencia cultural frente a los desafíos históricos.
Desde la llegada forzada de poblaciones africanas al territorio peruano en el siglo XVI bajo la esclavitud, estas comunidades preservaron su acervo cultural, particularmente en el ámbito musical y dancístico. Este proceso de adaptación y mestizaje dio lugar a expresiones culturales que integraron elementos africanos, europeos e indígenas, resultando en danzas afroperuanas que hoy son emblemas de identidad y cohesión social.
Principales Danzas Afroperuanas
Festejo: La Alegría de una Herencia Antigua
El festejo es una de las danzas afroperuanas más antiguas, surgida en Lima durante la época virreinal. Originalmente ejecutada solo por hombres en una coreografía libre, evolucionó hasta convertirse en un baile de cortejo realizado en parejas. Sus movimientos, cargados de simbolismo y erotismo, reflejan la alegría y la energía propias de esta tradición.
La música que acompaña al festejo utiliza instrumentos emblemáticos como el cajón, la guitarra, la quijada de burro y las palmas, generando ritmos vibrantes que invitan al movimiento. Este género musical tiene distintas variantes, como el “Alcatraz” y el “Inga”, que muestran influencias de etnias congoleñas y otras comunidades africanas.
Landó: Ritmo y Nostalgia de Origen Afroperuano
El landó, característico de provincias como Cañete e Ica, destaca por su complejidad rítmica y su carácter festivo. Principalmente acompañado por el cajón afroperuano y la guitarra criolla, esta danza era ejecutada por mujeres descalzas que, con vestimenta doméstica, recreaban actividades cotidianas.
La reconstrucción del landó se atribuye a Nicomedes Santa Cruz, quien popularizó la canción Samba Malató en los años 60. Aunque la coreografía original se perdió, los grupos de danza han recreado interpretaciones que reflejan su esencia cultural.
Zamacueca: Preludio de la Marinera
La zamacueca, precursora de la marinera, es una danza de cortejo que ganó notoriedad en el Festival de la Pampa de Amancaes. Sus movimientos sensuales y “atrevidos” generaron controversia en sus inicios, pero su reconstrucción en los años 70 por Victoria Santa Cruz rescató su riqueza histórica.
Hoy, aunque no se practica espontáneamente, la zamacueca se mantiene viva en escenarios culturales, con vestimentas inspiradas en las acuarelas de Pancho Fierro y melodías influenciadas por Carlos Vega.
Zapateo: Competencia de Habilidad y Ritmo
El zapateo afroperuano es una danza competitiva en la que los bailarines muestran su destreza al compás del cajón y la guitarra. Esta expresión, influenciada por bailes africanos, se organiza bajo un reglamento que define tiempos y patrones rítmicos, exigiendo alto nivel de entrenamiento.
El guitarrista Vicente Vásquez, continuando el trabajo de su padre, documentó las melodías principales del zapateo, destacando su importancia como símbolo de resistencia y creatividad cultural.
Danzas Afroperuanas Reconocidas como Patrimonio Cultural
Hatajo de Negritos
El Hatajo de Negritos fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación en 2012 y Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2019. Esta danza combina zapateo, canto y melodías interpretadas con violín y guitarra.
Durante las festividades navideñas, los danzantes, vestidos de blanco, recorren calles y caseríos liderados por un caporal. Este baile celebra la herencia africana, fusionándola con influencias andinas y religiosas.
Las Pallitas
También reconocida como Patrimonio Cultural de la Nación en 2012, esta danza, que se ejecuta en la Navidad, es interpretada por mujeres llamadas “pallitas” (doncellas). Portan bastones multicolores y bailan al ritmo de villancicos acompañados únicamente por la guitarra, transmitiendo alegría y dulzura.
Con vestimentas coloridas y accesorios elaborados, esta expresión cultural se mantiene viva en regiones costeras como Chincha y Huaral.
Negritos de Huánuco
Esta danza, declarada Patrimonio Cultural de la Nación en 2021, es una representación de esclavitud, servidumbre y manumisión. Su origen se asocia tanto al período colonial como al republicano, cuando los esclavos afroperuanos fueron liberados.
Actualmente, los mestizos han preservado esta tradición usando máscaras negras, recreando con vestimenta y coreografía la historia de las comunidades afrodescendientes en los Andes.
Negritos de Chavín de Huántar
La danza de los Negritos de Chavín de Huántar, reconocida en 2022, es una expresión cultural con profundo significado comunitario en Áncash. Los danzantes visten sombreros decorados con cintas y espaldar triangular, portan máscaras de cuero negro y recrean patrones coreográficos que refuerzan la identidad local.
Morenada
La Morenada, Rey Moreno y Rey Caporal, originaria de Puno, fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación en 2021. Esta danza, destacada en festividades como el Corpus Christi, refleja la integración cultural de esclavos africanos en la sierra peruana.
Con trajes elaborados y coreografías vibrantes, la Morenada representa una de las expresiones artísticas más importantes de la región altiplánica, fortaleciendo vínculos familiares y sociales.
Legado y Relevancia Actual del Folclor Afroperuano
El folclor afroperuano, a través de sus danzas, música y tradiciones, ha dejado una marca indeleble en la cultura peruana. Estas expresiones no solo son símbolos de resistencia, sino también de integración y enriquecimiento cultural.
Reconocer y preservar este legado es fundamental para valorar la diversidad que define a Perú, país donde las raíces africanas, indígenas y europeas convergen en una riqueza cultural única. El folclor afroperuano sigue siendo un puente entre el pasado y el presente, uniendo generaciones y reafirmando la identidad colectiva del pueblo peruano.